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Bogotá: un laboratorio urbano

Junto a la moderna avenida El Dorado que conecta al aeropuerto del mismo nombre con el centro de Bogotá, corre una extensa ciclovía de casi tres metros de ancho donde se puede ver circulando a estudiantes y trabajadores. Lo que llama la atención es que la pista tiene incluso puentes elevados para que los ciclistas puedan salir o incorporarse a otras vialidades.

Esa es sólo una de las decenas de ciclorrutas creadas en los últimos cinco años y que abarcan 200 kilómetros de extensión. También condensa la filosofía de los gobiernos que desde 1995 a la fecha rigen a la capital colombiana: el impulso al transporte público y la inhibición o restricción al uso del automóvil particular.

Una ciudad con dignidad

Para Enrique Peñalosa, quien revolucionó el aspecto urbano de Bogotá durante su gestión -1998-2000- más que discutir las políticas de transporte se debe pensar cuál es el modelo de ciudad necesario para Latinoamérica.

El ex funcionario y ahora investigador invitado en la Universidad de Nueva York asegura que lo esencial para una ciudad es evitar caer en los errores de la urbanización al estilo estadounidense, y aboga por inventar un modelo de desarrollo en donde el transporte público predomine sobre el automóvil particular.

Convencido, Peñalosa dibuja una ciudad en donde los niños crezcan sin temor a ser atropellados e invita a devolverle su dignidad a los peatones, impulsar las ciclorrutas y a llenar la vida urbana de parques, jardines y camellones, aunque a primera vista esa inversión pueda parecer superflua.

Apuestan por los autobuses rápidos

El Metro como sistema de transporte en las grandes ciudades comienza a ceder paso a los 'autobuses rápidos' e incluso en la Ciudad de México este año las autoridades decidirán si se amplía la línea el Metro, se construyen carriles confinados para autobuses o se hacen ambas cosas.

Este mes, según informó la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno capitalino, se licitarán los estudios para introducir autobuses rápidos en cuatro ejes viales.

En el último lustro, grandes urbes como San Diego, Long Island, Ottawa, Nagoya, Lyon, Chicago, Pittsburgh, Seattle y Los Angeles enfrentaron el problema de cómo resolver los embotellamientos viales, y entre la decisión de construir más metro o buscar otras opciones, descubrieron los autobuses rápidos.

Revolucionan el transporte

Surgido en Bogotá, Colombia, el sistema de autobuses rápidos que revolucionó el transporte público a fines del siglo pasado, ya comenzó a ganar terreno en las principales ciudades del país.

A los 19.1 kilómetros de Metrobús de la Ciudad de México, que se inaugura en junio próximo, le precedieron los 29.5 kilómetros del Transmetro de Monterrey que estrenó sus recorridos el 30 de abril, y le seguirán los 17.2 kilómetros del Bus Loop que prepara Zapopan, municipio conurbado a Guadalajara.

Desde que a fines del 2000 la ciudad de Bogotá echó a andar los autobuses articulados de Transmilenio, que funcionan con la eficiencia del Metro, sobre carriles exclusivos, otras ciudades del mundo copiaron y adecuaron esa experiencia.

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En una plaza comercial cualquiera.