La lucha por nuestras ciudades. La historia de Jane Jacobs en Nueva York

Jacobs en Nueva York. Foto: Bob Gomel Time/Life Pictures Getty

Todos conocemos Nueva York, aunque nunca hayamos visitado esa ciudad. Hasta los niños, mediante películas, libros y la televisión. Las industrias culturales se han encargado de pintarnos esas míticas calles, lo mismo en verano con espléndidas vistas del Central Park, que en otoño, con sus románticos atardeceres y sus calles llenas de hojas doradas y sus reflejos en el ocre de los árboles o en el rojo de los ladrillos de sus edificios. En invierno, sus calles se cubren de nieve y cuando hay buen tiempo lucen repletas de peatones que hacen sus compras navideñas.

Sin duda, es una ciudad envidiable y a muchos nos gustaría copiar algunos aspectos para nuestras propias calles y ciudades. O conseguir ese imán para atraer tanto talento reunido.

Pero Nueva York no siempre fue así. Hay una historia que conocen muy bien los arquitectos y urbanistas de avanzada --pero que poco la comparten-- sobre la épica batalla que sostuvieron un poderoso constructor que buscaba derribar vecindarios para construir avenidas y centros comerciales, contra una periodista que solía andar en bicicleta y que enfrentó, como David a Goliat, ese ánimo constructor de autopistas urbanas... y lo mejor de todo, que ganó.

Se trata de Jane Jacobs, quien en los años sesenta se opuso a los planes del constructor Robert Moses para construir una autopista que cruzara Manhattan de sur a norte, derribando vecindarios y dejando a su paso nuevos edificios.

Jacobs, una periodista freelance, encabezó movimientos vecinales que frustraron los planes de Moses y lograron que Nueva York conservara esos barrios donde se ubican Tribeca, Soho, Chinatown, la Pequeña Italia, escenarios de películas, obras de teatro, novelas, etc.

"Las vías rápidas --decía-- le sacan las entrañas a las ciudades” y su oposición mostró cómo los freeways dejan a su paso comunidades divididas, erigen barreras urbanas, destruyen vecindarios, contaminan y empeoran la calidad de vida de sus habitantes. Jacobs logró frenar ese ánimo destructor no sólo en Manhattan sino también en Downtown Toronto.

A partir de entonces, Jacobs se volvió una fuente de inspiración para todos aquellos interesados en defender sus ciudades y volverlas más humanas.

"A city sidewalk by itself is nothing. It is an abstraction"


Jacobs reunió su experiencia en un libro esencial llamado Vida y muerte de las grandes ciudades americanas (aquí puede leerse en PDF). Ahí, la periodista explica cómo es mucho más complicado entender la lógica y las necesidades de una ciudad, sobre todo si no se camina, a diferencia de sólo buscar resolver problemas de tráfico y construir con un automóvil en la cabeza, que es lo que suelen hacer los desarrolladores.


Hoy la recuerdo porque cada año se realiza en su memoria una caminata por distintos vecindarios en ciudades de todo el mundo, teniendo en mente lo que ella buscaba, que la gente disfrute su vecindario, su barrio, su colonia y ubique cuáles son los riesgos y amenazas para la convivencia, desde el exceso de autos, basura o publicidad, hasta los planes de las autoridades para nuevas obras y vialidades.

"Streets and their sidewalks, the main public places of a city, are its most vital organs".


En la página http://www.janejacobswalk.org/ es posible encontrar registro de algunas caminatas, aunque este 2018 sólo aparece una en Ensenada. Sin embargo, también se llevan a cabo en Querétaro, con los creadores de Derive Lab o en Oaxaca, aprovechando el Quinto Congreso de Peatones que celebra la Liga Peatonal.

Jane Jacobs en Oaxaca. Foto: Peter Steinbrueck @pontpierre
Una de esas caminatas se realizará en Coyoacán este fin de semana, ¿por qué no organiza usted la suya, ahí, justo donde vive? Honremos a nuestras colonias. 

(Héctor Zamarrón 22/05/15) (actualizado el 04-05-18)






Fuentes: 




"Think of a city and what comes to mind? Its streets. If a city's streets look interesting, the city looks interesting; if they look dull, the city looks dull".