La bicicleta del fin del mundo

A bordo de una bicicleta de montaña Trek, color azul, el mexicano Felipe Besné viajó desde Ushuaia, en la Patagonia argentina, hasta Lagos de Moreno, Jalisco, en un viaje de 22 mil kilómetros y un año ocho meses de recorrido solitario que concluyó en septiembre pasado.

Una mañana de febrero de 2008, Felipe emprendió este asombroso viaje de 581 días por 18 países, con un promedio de 42.8 km de pedaleo diario que, sobra decirlo, tiene una potencia inspiradora bárbara.

Equipado con cuatro alforjas (con herramientas, ropa, una netbook), una casa de campaña, cuatro cilindros para líquidos y, sobre todo, una carta de presentación del ayuntamiento de Lagos de Moreno, cuidadosamente protegida con una mica, Felipe recolectó un sello oficial en cuanta ciudad atravesaba, para documentar su paso por esos lugares.

El domingo pasado lo encontré en la Biciexpo, dispuesto a conversar con quien sea, para transmitir su mensaje, para insistir en que los sueños son posibles. "Lo difícil es pasar de la raya, cuando te propones algo".

No lo he dicho aún, pero Felipe emprendió ese viaje a sus 60 años de edad. Cuando se jubiló, cuenta, empleó un año y medio para planear el viaje. "Hay que planear para disfrutar, no se trata de sufrir. Creo de lo contrario, si hubiera descuidado muchas de las cosas de la logistica, de la preparación,  no habría concluido mi viaje", explica.

Y vaya que le hacía falta prepararse, sobre todo cuando se pretende atravesar la pampa argentina, el Aconcagua, cruzar los Andes y una Centroamérica envuelta en conflictos políticos y hasta guerrilleros.

Su blog es una bitácora visual fabulosa, desde las imágenes en solitario frente al glaciar Perito Moreno, hasta el verdor exquisito de Guatemala, se los recomiendo http://biciensudamerica.blogspot.com.

Y pónganse a caminar, que si se quiere, se llega lejos, hasta en bici se puede.

(Aquí una liga a una nota publicada en Milenio, aunque si googlean su nombre encontrarán decenas de notas de todos los medios de comunicación que lo entrevistaron a lo largo del camino.)

Besné, por supuesto, es el de la izquierda.