¿Bici eléctrica? ¿Por qué no?


Desde hace unos meses he estado pensando mucho en las bicicletas eléctricas y en ventajas y desventajas de comprar una o incluso, adaptar mi bicicleta urbana con un kit de los que venden en internet.
A todo esto, en la pasada Bici expo pude probar las Electrobike gracias a que las tenían en exhibición y fue una gran experiencia. Sobre todo porque cuando nunca te has subido a una bici eléctrica, no sabes cómo es pedalear con apoyo de un motor y, por supuesto, ni te imaginas qué es el pedaleo asistido.
Así que lo primero para aclarar es que una bicicleta eléctrica NO es una motocicleta. Si bien, la mayoría de los modelos que existen en el mercado te permiten usarla en modo automático, es decir, sin pedalear, el pedaleo asistido es la maravilla.
¿En qué consiste el pedaleo asistido? En que sientes como si alguien estuviera empujando la bici al tiempo que tú pedaleas, es decir, experimentas una resistencia mucho menor y un rendimiento mayor de cada pedaleada, sin que dejes de pedalear.
Si ya tienes rato pedaleando en la ciudad y sueles respetar los semáforos sabes lo duro que es el arranque cuanto te ponen el siga. Además, es un momento en que sueles ser más vulnerable ante el tráfico que en calles de tránsito medio, te suelen dejar atrás a pesar de que te coloques hasta delante de la calle y en el cajón-bici.
Es en esas condiciones cuando la bici eléctrica mostrará sus beneficios (imagino, pues aún no la compro). Puedes arrancar y de inmediato alcanzar tu velocidad promedio de pedaleo, esto es, entre 12 y 20 km por hora, dependiendo de tu fuerza, práctica, etc. Eso te evita tener que pararte en los pedales –lo que yo suelo hacer—para imprimirle a tu arranque la suficiente fuerza para pelear tu carril o tener la visibilidad necesaria en el camino.
Otra ventaja, al menos en mi caso donde de la casa al trabajo hay 12km de distancia, es poder utilizar la bici eléctrica todos los días como medio de transporte sin tener que llegar todo acalorado, sudoroso y con ropa de recambio. Salvo en los días nublados o de aire frío, cuando puedes ir en la bici sin sudor alguno, el resto del tiempo por más tranquilo que vayas, terminas por empezar a sudar después de los ocho kilómetros.
Al buscar en Internet, encuentro que en México hay por lo menos cuatro empresas que ofrecen diferentes tipos de bicicletas eléctricas o kits de conversión. Están las Electrobike, las que probé y quizá las más populares por ahora; además las Anferro, las Prodecotech y las Motiva.

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(Nota del 25 marzo, 2015. Hoy descubrí otra compañía dedicada a realizar conversiones a bicicleta eléctrica, se trata de BionX, que ofrecen kits entre 19 mil 300 y 24 mil 300, con una rueda que inclueye el motor de 250w o 350w, con velocidades que llegan a los 32 km/h y con autonomía de hata 100 km. Su página web es www.bionxinternational.com). La información la hallé en un volante en La Bici Urbana y ahí también me enteré que ya venden en México un modelo de Dahon Eléctrica plegable por alrededor de 16 mil pesos, lo cual, a todas, luces, viene siendo quizá la mejor opción de todas las incluidas en este post).
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Las primeras tienen un rango de precios que van, aproximadamente, desde los 12 mil hasta los  30 mil pesos, con motores de 250 y 350 wats, pedaleo asistido, seguro para la pila y velocidades máximas de hasta 40km –para una bici urbana con 25km/h es más que suficiente. Sus modelos son desde las plegables, una de tipo urbana, otra de montaña y una similar a las scooters.
Las Anferro tienen motor de 250 w, tanto urbanas como de montaña y plegables, de seis velocidades, faros, luces y sensores de freno, además de pila de caja (de las que se colocan en el cuadro, entre la llanta trasera y el tubo del asiento (ver foto), y sus precios andas en los 12 mil pesos.
Las Prodecotech inician en los 19 mil pesos y llegan hasta los 40 mil y si bien son las más caras, también son las más atractivas en cuanto a diseño, además de que usan la batería de parrilla trasera (ver foto), es decir, sólo se ve como si fuera una parrilla un poco más gruesa de lo normal. Además, incluyen frenos de disco, cambios, suspensión delantera y en el asiento, etc.
Finalmente, las Motiva se venden en Puebla, son modelos comparativamente más económicos, entre los 10 mil y los 12 mil pesos, con motor eléctrico más potente, de 500 wats, aunque en general son bicis más austeras pero que cumplen con el propósito básico, llevarte de un lugar a otro. La ventaja de este fabricante es que además te ofrece kits de conversión para prácticamente cualquier bicicleta y muy sencillos de instalar. Kits que arrancan en los 8 mil pesos aproximadamente (ojo, en Mercado Libre encuentras ofertas más baratas pero que no incluyen la batería y terminan por salir más caros.
Por la diferencia de precio y el trabajo que implica encargar el kit e instalarlo, creo que la opción de una bici ya armada se impone (aunque también voy a investigar si conviene una rueda Copenhague por 800 dólares, igual y sí).
Aquí tienen los kits, el de la izquierda es el de Motiva y el de la derecha el de Anferro. El primero te da dos opciones de batería, de tubo redondo, para instalar en el cuadro, o tipo rana, para el poste del asiento como en la bici azul mercurio de la foto. Elsegundo me gusta más por la ubicación de la batería, que va abajo de una parrilla sobre la rueda trasera, pues es más discreto.
En conclusión, si ya hasta me animé a escribir este post, es porque estoy a punto de migrar a una bicicleta eléctrica y, seguramente, con el auge de la bici que vivimos en la ciudad de México y otras capitales del país, es muy probable que en unos años estemos llenos de bicis eléctricas por todas partes.

PD. Finalmente me decidí por una rueda Copenhagen, así que en cuanto llegue les contaré la experiencia, de entrada, me gustó una definición que escuché a propósito: "es como una bici con esteroides".


De regreso a la Bici Expo, una mirada a lo que viene en el ciclismo… y más


Las bicicletas mexicanas
Tras una década de poca innovación y creatividad en el diseño de bicicletas por parte de los fabricantes mexicanos, da gusto regresar de la Biciexpo  después de haber visto tanta variedad y oferta de marcas como Alubike, Veloci, Mercurio.
Cuando inició el boom de la bicicleta, hará unos 10 o 15 años, los fabricantes mexicanos parecían dormidos. Era imposible encontrar modelos atractivos de bicicletas de cualquier tipo hechas en México, sólo dos o tres modelos y sobre todo, bicicletas baratas.
Ahora, en cambio, nada más entrar en la expo, tras pagar tus 70 pesos de admisión, te topas con un el espacio de Alubike, sólo exposición, de modelos 2015 verdaderamente notables.
Esta imagen, por ejemplo, parece inspirada en las bicis alemanas Puma, es el modelo Spicy One 2015, que sustituirá a la actual Spicy y que según nos contó Miguel Nievez, el asesor del Grupo Windsor.



Nievez también nos contó que sus bicicletas urbanas están usando componentes Vital.
Noten el detalle del protector de cadena, o el amortiguador delantero y los cambios de la estrella que son totalmente internos (eso sólo lo había visto antes en los Nexus de Shimano).
El resto de su gama también es espectacular, incluso en las de montaña, como las XTA Team, Pro y Expert (más o menos desde 9 mil hasta 14 mil).
Las que nos sorprendieron por su combinación de calidad, innovación y precio fueron las Belfort. http://belfortbikes.com/ bicicletas de montaña hechas especialmente cuidando la suspensión (la mayor parte de ellas usa tijera Rock Shock y ya saben de qué hablo).
Sus modelos Montpellier  y  Marseille no le piden nada para competir a las Fuji, Kona, Mérida o Giant y, cuenta David Gómez, de Veloci, la empresa jalisciense que las fabrica, acaban de salir al mercado este 2014, con muy buen éxito en Guadalajara y apenas dándose a conocer en ciudad de México, donde las encuentras en La Bici Urbana


Bici madera
Caminar por los pasillos de la expo te permite encontrarte de repente con curiosidades artesanales como las Bamboo bikes o las de Alba Cycling, bicicletas hechas totalmente de madera, en México.
¡Una belleza!


En fin, la expo es abrumadora, pues hay decenas de diseñadores y fabricantes mexicanos presentando de todo para la bici, desde alforjas, luces, ropa, productos para llevar o pasear a tus mascotas, etc.
Otra grata experiencia fue probar las bicicletas eléctricas y su pedaleo asistido. Muchos ciclistas urbanos las ven feo, porque las asemejan a las motocicletas, pero si supieran en qué consiste la asistencia en el pedaleo su concepto cambiaría totalmente.
Tanto las Electrobikes como las ProdecoTech son bicicletas que te permitan usarlas como bicicletas normales, pero al momento en que se pone el siga en el semáforo –uno de los momentos más vulnerables como ciclistas—sientes la diferencia al arranque, lo mismo que en las cuestas que por lo general te hacen demasiado lento para circular entre automóviles.
Hasta modelos españoles hechos en Barcelona pudimos ver, aunque demasiado inaccesibles aún para la mayoría, pues su precio ronda los 40 mil pesos que, aun siendo una belleza, cuesta pensar en gastarlos en una bici así.
Finalmente, nos encantó la plática de Ana Castro, quien se presenta a sí misma como asesora en ciclismo MTS, es decir, como Medio de Transporte seguro. Su exposición fue super clara sobre cómo ubicarte en tu bicicleta frente a la ciudad, tu seguridad, nivel de experiencia, atención a todos los elementos de la calle, dominio del carril, etc., vale la pena, incluso para quienes ya circulamos desde hace mucho en las calles.
Por ejemplo, cuando ella te expone por qué no usar el carril del Metrobús, no es fija sólo en tu seguridad, sino además en un asunto de equidad ¿cómo atreverse a demorar el paso de un autobús donde viajan decenas de personas o por torpeza, provocar un accidente en el que no sufrirás las consecuencias tú, sino quienes viajan como usuarios del transporte público. Es decir, se trata de respetar.

En fin, vale la pena ir no un día, sino hasta más. Lo malo es que se termina y a esperar hasta la próxima edición.

Pensar la ciudad a 52 años: Región 52



Por Héctor Zamarrón*
La construcción del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México, así como los trenes a Toluca y Querétaro en proyecto, permiten y obligan a pensar a largo plazo cuál será el desarrollo urbano y la movilidad que se necesitará en la zona metropolitana, con esa idea nace Región52.
Región 52, explican sus promotores, es una plataforma ciudadana heterogénea donde participan arquitectos, urbanistas, ecologistas y expertos en desarrollo urbano que proponen revisar el modelo de ciudad que se quiere para los próximos 52 años.
También demandan a los gobiernos federal y local que integren visiones ciudadanas que permitan que con estas obras, las principales en infraestructura que se llevará a cabo en este sexenio, se avance también en la solución de los problemas de movilidad y del agua en la zona metropolitana.
Para ello lanzaron su iniciativa la noche del martes en el restaurante El Parnita, ante un centenar de personas integrantes de diferentes agrupaciones como Orgánik, Cultiva Ciudad, Taller 13, ITDP, Esquina a esquina y arquitectos como Marcos Betanzos, Moisés Vargas.
Las ciudades necesitan infraestructuras, no hay duda alguna, la pregunta a responder es cuáles y bajo qué esquemas deben aparecer, estas son las preguntas que pretendemos ayudar a conte­star, explican los convocantes.
“Esta es nuestra gran oportunidad de participar como ciudadanos para construir una ciudad en donde se conecten los distintos proyectos viales, el tren hacia Querétaro, el de Toluca, quizá el tren hacia Puebla y conectarlos adecuadamente de tal forma que nos permita tener una ciudad vivible, donde podamos tener otra vez tener ríos”, dijo en entrevista Arnold Ricalde, de Organik, uno de los promotores.
“La convocatoria es para que la gente sueñe su ciudad, sin segundos pisos, con ríos, con una movilidad alternativa. Se va a buscar hacer una carta con líderes de opinión, arquitectos, urbanistas con respecto de todas estas opiniones para que podamos ir juntándonos y planear la ciudad que queremos ver”, explica Elías Cattan, de Taller 13.


Cattan está entre los organizadores del Picnic enel Viaducto, una iniciativa que en diciembre de 2013 y en abril pasado demandaron regenerar el río de La Piedad y rediseñar el sistema de aguas para desentubar los ríos, convertirlos en un parque lineal y que puedan utilizarse como espacios públicos.
El 4 de septiembre el gobierno federal presentó el proyecto de Nuevo Aeropuerto Internacional de la ciudad de México, que implica una inversión total de 169 mil millones de pesos, que en una primera etapa estará listo para 2020 y que permitirá trasladar a 120 millones de pasajeros al finalizar su construcción.
Ante ese anuncio, los promotores de Región 52 argumentan que se requiere de “una plataforma ciudadana crítica, pero con­structiva hacia estas iniciativas, con el objetivo no de confrontarlas si no de en­riquecerlas para hacerlas más humanas y racionales, así cómo social y ambiental­mente sostenibles”.
“Aunque construyamos la cantidad de segundos pisos que construyamos nunca van a ser suficientes para la cantidad de automóviles que se compran”, sostiene Ricalde, quien propone que en lugar de un segundo piso sobre el Viaducto para facilitar el acceso al aeropuerto –proyecto que no ha sido anunciado, pero que se encuentra entre las 12 obras en estudio—se haga una vialidad subterránea.
“¿Por qué no rescatar el río de la Piedad y quizá inclusive, por qué no, el Lago de Texcoco?, todo cabe, no estamos peleados con el gobierno federal, lo que sí es que queremos un proyecto más holísticos”, dice.
En la reunión del martes presentaron sus cuentas en Twitter @region52mx y Facebook y la página web –www.region52.mx--donde reportarán sus avances.

Entre las iniciativas que consideran llevar a cabo se encuentran diseñar un plan “bioregional a 52 años” para la ciudad, una plataforma open source de  planeación regional, una mesa de trabajo institucional, y también plantean que se cree una Agencia de planeación regional que supere las fronteras políticas entre el DF y los municipios conurbados, así como el gobierno federal.
* Publicado en Milenio Diario, jueves 23 de octubre de 2014, p. 20