En bici, Tijuana comienza a rodar sus sueños

Hace unos días estuve por Tijuana para visitar a unos buenos amigos y aunque no tuve tiempo de rodar ni de participar en alguno de los paseos que organizan, sí me pude dar cuenta de cómo el movimiento ciclista cobra fuerza de a poco, pero constante, con paseos nocturnos, dominicales, mensuales, por zonas, etc. (Bicijuana tiene una relación de más de 25 paseos a la semana), rutas guiadas para turistas y locales que quieran conocer sitios históricos de la ciudad http://www.tijuanabiketours.com/eng/, una ONG como Biciestación, renta de bicis, rallyes bicicleteros, etcétera, además de unos maravillosos paseos hacia Ensenada por la carretera escénica con el mar Pacífico de fondo, es decir, toda una abundancia de iniciativas que, estoy seguro, terminarán por hacer de TJ una meca ciclista en el norte del país.

Parte de toda esta revolución local, la narró una colega, Mariana Martínez, en un texto que publicó para SanDiegoRed.com y que a continuación reproduzco aquí, con su autorización:



Movimiento ciclista se consolida en Tijuana


Una decena de bicicletas amarillas brillan bajo el sol de medio día en plena avenida Revolución. Idénticas y en fila son el símbolo más palpable del movimiento ciclista que se consolida en Tijuana.
Detrás de las bicicletas está Arturo Viazcan, de 33 años, tijuanense de corazón y creador del concepto de Tijuana BikeTours; un lugar para rentar bicicletas y dar un paseo por la zona centro, conociendo su historia y sus calles.
Ofrece visitas guiadas por la zona centro y sus rutas gastronómicas y con las ganancias logra sufragar los gastos de su proyecto independiente, Bici Estación; un proyecto comunitario que promueve el uso de la bicicleta por medio de apoyo en mecánica y mantenimiento de bicicletas y organizando paseos grupales en la ciudad, incluyendo en el Parque Industrial Pacífico, Playas, Otay y Santa Fe, así como zonas consideradas conflictivas como el Refugio o la colonia Mariano Matamoros.
El grupo se organiza y comunica a través de Facebook, los participantes —que incluyen grupos que vienen de San Diego— se reúnen en un punto estratégico al que vuelven hasta tres horas más tarde.
El local ubicado en plena avenida Revolución está equipado con herramientas y bombas de aire para arreglar bicicletas, un par de sillones donados y una máquina de sodas. Arturo busca que se vuelva un lugar de encuentro y descanso para los ciclistas.

“La idea no es la de un negocio en la que si no estás consumiendo te corren”, dice Viazcan. “Todo lo contrario, que sea un espacio habitable, vivo, donde la gente venga a convivir”.
A tres meses de estar abierto el lugar no ha tenido muchos clientes. Lo que sí ha sucedido es que se ha vuelto un escaparate para el activismo de los ciclistas.
Recién supieron del proyecto le pidieron a Arturo que donara una bicicleta al Museo de Historia de Tijuana y un regidor local está pidiendo al congreso local cuatro mil dólares para colocar 30 estaciones con herramienta de arreglo de bicicleta en gasolineras y tiendas de autoservicio en el paso de rutas usadas por ciclistas.
Y es que Tijuana, a pesar de ser la cuarta ciudad más grande de México, tiene un transporte público especialmente caro e ineficiente, carece de servicio de metro o trolley, y tiene flotillas viejas y contaminantes que se suman a los autos privados que suelen ser también viejos y estar en mal estado.
Tijuana Bike Tours (TBT) y Bici Estación se insertan en una tendencia mundial de promoción del ciclismo en entornos urbanos, influidos por el ejemplo de las ciclovías de Guadalajara, Ecobici en la Ciudad de México y los grupos de bicicleteros de California, como Critical Mass, que utilizan los paseos masivos como forma de protesta por la falta de vías adecuadas para este medio de transporte.
A unas cuadras de TBT se acaba de abrir un café llamado Bica cuyo tema es el ciclismo y los dueños del bar Mustache y las pizzas Al Volo, también buscan promover esta actividad poniendo lugar donde colocar bicicletas afuera de sus locales y dando descuentos y cortesías a los usuarios que lleguen por ese medio.
Viazcan está lejos de ser un atleta, de hecho, hasta hace cuatro años no se había subido a una bicicleta desde niño, pero en un viaje a Guadalajara, entró por casualidad a un Congreso de Ciclismo Urbano y se prendió de la idea de usarla como transporte y de ser un modo de adueñarse de la ciudad.
Entonces se unió a un grupo en Tijuana llamado Ciclopista que desde hace 17 años organiza paseos urbanos nocturnos por la ciudad para promover el ciclismo como transporte; de este grupo cuyos participantes pueden llegar a ser 700, se han desprendido otros paseos incluyendo Ladies First (Las Damas Primero): un paseo concentrado en atraer mujeres al ciclismo, donde las más experimentadas dan clases de mecánica a las nuevas.
Entre las organizadoras de Ladies First involucrada en el proyecto de Bici Estación está Irlanda Muñoz, de 39 años, modista y madre de un niño de ocho años. Lleva ya dos años organizando paseos por la ciudad. “Desde que tomé la decisión de usar la bicicleta como medio de transporte todo ha sido diferente, disfruto de otra manera la ciudad”, cuenta Muñoz, “mis clientas se sorprendían cuando llegaba a probarles un vestido montada en bici y con casco pero ahora ya saben que no le pasará nada a su prenda”.
Ahora Muñoz está estudiando historia de Tijuana y pedagogía.
“Traemos la idea de ofrecer tours históricos en bicicleta a muchachos de secundaria” explica.
Entonces la bicicleta además de transporte será un vehículo de aprendizaje en una ciudad donde los estudiantes tienen muy pocas oportunidades de conocer la historia.
“Contrario a lo que piensa mucha gente, Tijuana es una ciudad amigable con los ciclistas, donde nos dan el paso y convivimos relativamente en paz con los automovilistas” cuenta Viazcan. “La gente pita, saluda y pregunta ¿cómo le hago para participar? porque no se les había ocurrido que esta ciudad puede ser recorrida en bici”.
El proyecto Tijuana BikeTours ya sufrió su primer descalabro cuando a un mes de abierto el lugar se robaron una de las bicicletas que llevaba Viazcan en la cajuela del auto.
“Es una bicicleta amarillo brillante de una marca muy poco común que se llama Gran Royale, quién se la robó la puso rápido a la venta y al día siguiente ya tenía comprador por internet” cuenta Viazcan.
“Pero yo había hablado del robo en FB y mucha gente reprodujo el mensaje y lo difundió, la esposa del comprador vio el anuncio y le dijo “tienes que regresarla” y ese mismo día me la devolvió; me la regaló, no me dejó ni pagarle lo que él había pagado por ella”.
Esa experiencia le ha dado aliento a Viazcan, porque aunque admite que por ahora casi nadie le renta bicicletas, se siente apoyado ya que la gente de Tijuana está entusiasmada de tener algo así en su ciudad.
“Por experiencias como la de esa bici es que yo le sigo invirtiendo a este sueño”.


Y aquí dejo otro texto también de Mariana Martínez sobre las bicis en TJ: 

El ciclismo como un medio saludable en Tijuana


Liga al Paseo de Todos Tijuana

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