El hotel y la bici chic

Cuando en un hotel como el Presidente Intercontinental de Polanco (180 dlls la noche) te ofrecen bicicletas urbanas como parte de las amenidades, no cabe la menor duda de que la bicicleta se ha vuelto chic, es decir, ya rebasó la iniciativa de los grupos de ciclistas urbanos y de funcionarios atrevidos que impulsan la bici como política publica. A estas alturas, una bici está a punto de volverse sinónimo de estatus. Y no es que eso me encante, pero sin duda que ayuda a las causas ciclistas.

Esperando a sus dueños


Metro Auditorio, de los pocos lugares donde puedes dejar la bici en el metro.

Biciestacionamiento


Calle Victoria, centro del DF

Polvo somos... incluso las bicicletas


En el jardín Hidalgo, Coyoacán

Una bici modesta

Siempre se discute cual es la mejor bici paa empezar y como.todo en la vida, no hay recetas absolutas.
Esta de la imagen es una bicixleta simple, pero suficiente para comenzar.

También al sur se rueda

Chiapas Hoy
Hoy 13ª edición de Vía Tuxtla Recreativa
25/11/2012 02:06:00
Con el propósito de fomentar la convivencia y la integración familiar, el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, en coordinación Tuxtla en Bici, Chiapas Sobre Ruedas, Insolente Chiapas, Manatíes del Grijalva, Procan, Chiapas Sobre Ruedas y la iniciativa privada realizará hoy 25 de noviembre la 13º edición de la Vía Tuxtla Recreativa, de 8 a 11:30 de la mañana.

Caminando, corriendo, en bici, patineta, silla de ruedas, con los amigos, con la mascota o con la familia, los tuxtlecos podrán disfrutar de este gran circuito deportivo sobre la Avenida Central en el tramo que comprende el Parque de la Juventud a la sexta oriente.




Sueños sobre ruedas, el libro, la expo y mi "mariposa"

Quizá alguno de mis tres lectores (tomo prestada la expresión de un colega) se enteró por otros medios de la presentación del libro que editó la Revista Marvín y la Secretaría del Medio Ambiente del DF para narrar la experiencia de lo que ha sido la revolución ciclista que hemos vivido en los últimos años.

Pues la presentación del libro se realizó el jueves pasado en Chapultepec, en una de esas monas bahías que hicieron a la entrada sobre Reforma (por cierto, en una de ellas hay cafetería y hasta librería). Y como ya es público, les dejo aquí la liga al libro en PDF, por si quieren desacargarlo o leerlo en línea: Sueños sobre ruedas.

¡Ah! Y me olvidaba, pues incluye un capítulo mío.
La portada del libro




Y para quienes prefieran leerlo aquí mismo, pues copio el texto completo.




La bicicleta es lo de menos
 lo que importa es mi mariposa
Por Héctor Zamarrón

Nunca amanece de inmediato. Esos minutos que transcurren entre la primera luz del día, tenue, débil, apenas abriéndose paso entre las sombras, hasta que la claridad del sol se impone, son lentos y, en ocasiones, desperantemente lentos. También se van llenado de colores y tonalidades atractivas, intrigantes, como si la luz del día pudiera arrepentirse y echarse para atrás, dejando que la oscuridad volviera de repente, pero al final se abre paso, radiante.
Así, con esfuerzos tan variados como la gama de colores que nos trae el día, desde aquellos débiles, tibios a veces, aislados, hasta las medidas arrojadas, decididas, sin vuelta atrás, hemos vivido estos últimos seis años en que la ciudad de México comienza a despertar al uso de la bicicleta.
Quizá sea forzar mucho la metáfora, pero a veces, concentrados en el espacio de un sexenio, nuestro grillete temporal para las políticas públicas, el horizonte temporal se restringe por aquello que puede lograrse durante un periodo de gestión.
Para marzo de 2007, cuando las políticas en favor de la bicicleta en la capital se restringían a dos ciclopistas aisladas y sin continuidad, vino un anuncio que sorprendió a muchos de nosotros. El nuevo Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, se comprometía a impulsar medidas que fomentaran el uso de la bicicleta y, no sólo eso, sino que para poner el ejemplo, él mismo viajaría el primer lunes de cada mes de su casa a la oficina. Además, pidió a sus funcionarios hacer lo mismo.
Era parte de una serie de políticas públicas innovadoras que ponían el acento en otro tipo de movilidad no motorizada y, por lo mismo, a la prensa y a los capitalinos le tomó su tiempo comprenderlas y aceptarlas, tras un periodo de escepticismo y adaptación que poco a poco ha sido superado.
Veníamos de un gobierno previo donde sólo hubo un atisbo, un guiño acaso, hacia la demanda ciudadana que reclamaba desincentivar el desmedido uso del automóvil y comenzar a favorecer otras opciones de movilidad, como la bicicleta. Exigencia impulsada en mucho por grupos ciudadanos muy activos, como los Bicitekas, por ambientalistas y expertos en desarrollo urbano, así como por algunos medios de comunicación, como Reforma, que insistían en el tema un día sí y al otro también.
El motor que impulsaba a esos pioneros era lo que sucedía en ciudades como Copenhague, Portland, Montreal, San Francisco y Bogotá, que se habían convertido en verdaderas mecas del ciclismo urbano y de políticas públicas innovadoras. Abanderaban demandas comunes con grupos de Chile, de Barcelona, que incluían la visión de un nuevo urbanismo, de alcaldes convencidos de hacer algo por sus ciudades, más allá de las obras faraónicas en pro del automóvil, de arquitectos jóvenes con la convicción de invertir las prioridades del espacio público.
Coincidieron entonces, en aquel 2007, una corriente propicia para impulsar una nueva forma de movilidad y el anuncio que hacía Ebrard. Lo difícil entonces era prever qué tan a fondo venia la apuesta por la bicicleta en el DF y hasta dónde nos llevarían esos impulsos iniciales.
Ese marzo de 2007, mientras en el DF se daban a conocer los primeros pasos para considerar el transporte en bicicleta como una alternativa real, en Barcelona, nacía uno de los primeros sistemas de bicicletas públicas en el mundo (Bicing) y tan sólo unos meses más tarde, París estrenaba en julio su programa Vélib (acrónimo de Vélo y Liberté, bicicleta y libertad), quizá el más ambicioso de su tipo hasta esa fecha, con 7 mil bicicletas de alquiler distribuidas en el centro de la ciudad disponibles para sustituir los traslados cortos en taxi o automóvil por bicicletas de alquiler. A esa iniciativa del alcalde Bertrand Delanoé siguieron, por cierto, otras también replicadas en el DF, como las playas públicas a las orillas del río Sena o la noche de museos conocida como Nuit Blanche (Noche blanca).
Esos sistemas de alquiler de bicicletas nacían en medio del rechazo y escepticismo de ciudadanos acostumbrados a considerar el automóvil como la única forma viable de transporte, y de críticas en los medios hacia la “ingenuidad” de sus gobernantes peor que, con el tiempo, demostraron su aceptación en decenas de ciudades en todos los continentes.
Algo estaba cambiando en el mundo, un nuevo aroma se esparcía en el aire y había que estar listos para percibirlo, para participar de un cambio completo de concepción sobre nuestra vida en las ciudades y nuestra relación con el espacio público. Tras un siglo de predominio del automóvil privado en las urbes, desde su creación a principios del siglo veinte, por fin reaparecía la bicicleta, colocada no como un vehículo para los pobres, sino como una opción real de transporte y adecuada a los tiempos modernos.
Y ese aroma llegó a la ciudad de México.
Aún no existía la Estrategia de movilidad en bicicleta, el documento macro que sirvió de base para el diseño de las políticas públicas que transformaron el panorama urbano y la relación de los habitantes de la capital con las bicicletas. Tampoco se habían lanzado programas como Muévete en bici, el Ciclotón, elPaseo dominical sobre Reforma, la Ciclopista modelo construida sobre esa avenida a costa del espacio antes destinado a estacionamiento de los automóviles y, por supuesto, aún no soñábamos con Ecobici, fase uno y menos la dos o la tres. El cambio apenas iniciaba.
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Casi seis años más tarde, el panorama es radicalmente distinto. Entre una fecha y otra vivimos una revolución que transformó la forma en que nos movemos y, si bien, aún es sólo para una minoría, muestra que hay opciones diferentes a las que durante décadas nos impusieron los planificadores urbanos, los ingenieros viales y los promotores del automóvil.
Diferentes colonias como Polanco, la Condesa, la Roma, la del Valle, el Centro, se llenan de bicicletas por las mañanas y tardes de jóvenes que van y vienen desde y hacia su trabajo. Ecobici se ha vuelto parte del paisaje en la zona centro, el Paseo a Ciegas --la iniciativa para compartir la bici con débiles visuales--, de tan ejemplar, se ha copiado y exportado a todo el mundo.
Ahora hay una Cruzada nacional para fomentar el uso de la bicicleta, los paseos dominicales impulsados en Reforma, que llegan a reunir a más de 30 mil personas, han sido copiados en ciudades de todo el país.
Como hongos tras la lluvia, todas las noches de la semana en la capital hay paseos en bicicleta independientes y miles de ciudadanos se organizaron en grupos que pululan en la red y en las redes sociales, tanto que ya existe una red nacional de organizaciones que impulsan el ciclismo urbano, la Bicired, que cada año se reúne en un congreso que crece exponencialmente entre una ocasión y otra.
Organismos como el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, el Centro de Transporte Sustentable, instituciones como el IPN y la facultad de Arquitectura de la UNAM y organismos privados hoy fomentan este tipo de transporte
En el Museo de Historia Mexicana en Monterrey se organizó la exposición "La bicicleta, rueda que rueda. Historia, tradición, utopía" y acaba de terminar la Biciexpo 2012, cuyo crecimiento ha sido exponencial desde su primera edición.  
También ya es posible viajar en metro los domingos con bicicleta, después de largas pero al final exitosas gestiones, y es posible subirse todas las noches en la red de Metrobús –que tampoco existía hace seis años. Tenemos un carril Bus-bici en construcción en la avenida Félix Cuevas y proyectos para varias ciclovías y ciclorrutas de carril compartido, como los que ya existen en la delegación Coyocán.
En muchas colonias surgen nuevas tiendas de ciclismo urbano e incluso se ha vuelto una herramienta utilizada por los publicistas para promover ideas y productos.
Es un recuento somero, pero que apunta hacia la existencia de un mercado robusto de oferta y demanda de lo que antes se llegó a ver con desprecio: ese vehículo de tracción humana y dos ruedas, inventado por Da Vinci en el Renacimiento y al que Óscar Patsi (La revolución de las mariposas) gusta de llamar mariposas, porque con su pedaleo armonioso respetan el aire que respiramos frente a los rinocerontes urbanos, los automóviles, ruidosos, pestilentes y contaminantes.
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Vivimos una revolución sobre ruedas porque cuando desde el espacio de las políticas públicas se le otorga la misma prioridad al usuario de una bicicleta de mil pesos que al dueño de un automóvil de un millón de pesos, la bicicleta se vuelve un poderoso símbolo de equidad, como lo apuntó uno de los innovadores en la materia, Enrique Peñalosa, ex alcalde de Bogotá y quien, junto con Antanas Mockus, le cambiaron el rostro a esa ciudad.
Porque cuando en la administración pública se prioriza al peatón y al ciclista y se toman medidas que podrían parecer impopulares –como reducir un carril a los automóviles en pleno Reforma para instalar una ciclopista— se trata también de equidad, de democracia. En una sociedad desigual, llena de contrastes, el sitio de encuentro es el espacio público, donde confluyen todos y cualquier decisión de gobierno que apunte a fortalecer y mejorar el espacio público debe ser respaldada.
La gran paradoja es que esta revolución nos llega antes incluso que ciudades como Londres y Nueva York, cuyos gobiernos y sociedades están volteando apenas hacia la misma dirección que la ciudad de México.
Para coincidir con los Juegos Olímpicos de 2012, el alcalde de Londres Boris Johnson inauguró en julio las primeras bicicletas públicas de alquiler en esa ciudad, las Barclays bikes –por el nombre del banco que las patrocina— con 5 mil bicicletas y 315 estaciones y con la expectativa de convertirlas en un símbolo local, como lo son sus famosos taxis negros, sus autobuses de doble altura y sus cabinas telefónicas rojas.
En las calles del centro de Londres se volvió común que convivan autobuses, autos y bicicletas –y no sólo las de alquiler. No sólo se vive un boom parecido en la movilidad en bicicleta, sino que se construyeron “autopistas ciclistas”, es decir, rutas de entre 4 y 13 kilómetros exclusivas para los conmmuters, aquellos que viven fuera de la zona centro pero trabajan en esta. 
También se aplicaron otras medidas radicales como el “cargo por congestión” o, en otras palabras, la obligación de pagar una cuota especial para los automovilistas que busquen ingresar a la ya de por sí congestionada zona centro de la ciudad.
En Nueva York, donde también se experimenta una acelerada transformación de esa urbe para adaptarla al uso de la bicicleta, en marzo de 2013 prevèn arrancar su sistema de bicicletas públicas, con 600 estaciones y 10 mil bicicletas de alquiler en Manhattan, Brooklyn y Queens. El Departamento de Transporte de la ciudad reporta un crecimiento del doble de ciclistas entre 2007 y 2012, prevé triplicarlo para 2017 y acaba de terminar la construcción de 320 kilómetros de ciclorrutas en las calles de la ciudad.
Así que nuestra revolución ciclista no va sola en el camino, quizá incluso comenzó antes que otras metrópolis, pero puede quedarse corta pronto si como actores sociales no aceleramos el paso, lo mismo ciudadanos, activistas, medios de comunicación, iniciativa privada y autoridades, es decir, hay que pedalear más fuerte, sin duda, o la revolución de las mariposas dará paso a la reversa.
Uno de los retos es, sin duda, darle estructura legal a estos cambios para evitar que sean reversibles en otro contexto político. Esto significa que hace falta transformar infinidad de reglamentos y leyes urbanas que dejan de lado el fomento de la bicicleta y, en cambio, favorecen la movilidad motorizada. Programas de desarrollo urbano, leyes de construcción, reglamentos para operar estacionamientos, normas oficiales, etc.
Contamos ya con un Manual de ciclociudades, auspiciado por el gobierno holandés y elaborado por el ITDP. Otro gobierno, el danés, patrocinó la exposiciónDreams on Wheels. También tenemos un Diplomado Internacional en Infraestructura Ciclista que la UNAM impulsa para aprender a diseñar, planear y operar la infraestructura ciclista. Además, hay que agregar el espléndido  Manual del ciclista urbano de la ciudad de México, elaborado por Bicitekas en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente del DF. David Byrne estuvo en México para promover sus Diarios de bicicleta y tuvimos por acá a Michael Colville, autor de Cycle-chic.
Es decir, el conocimiento y los saberes públicos, colectivos, alrededor de la movilidad en bicicleta y la infraestructura que esta necesita, así como las políticas públicas que las impulsan, están siendo organizados, reunidos y listos para transferirse mediante estos documentos, y otros más, listos para ser utilizados donde haga falta, sea otra ciudad, comunidad o empresa. Lo importante es que sea como las mariposas, una rueda libre que no cese de rodar.
En todo esto, sólo falta decir que la bicicleta es lo de menos y que podríamos incluso sacrificar esa sensación de plena libertad que te da pedalear sobre la bici, con el viento sobre el rostro.
Porque lo que de verdad importa es que tras el impulso de la bicicleta hay una visión del mundo diferente, que ve posible la utopía de contar con ciudades hechas por y para la gente. Una visión de ciudades humanas donde la primacía la tengan el peatón y la bicicleta. Una ciudad donde el espacio público esté dentro de lo más preciado. Donde la equidad importe. Donde pedalear libremente sea posible. Una ciudad sobre dos ruedas, llena de mariposas porque, como Albert Einstein dijo en una de esas tardes calurosas en las que dejaba la oficina del California Institute of Technology y salía a andar en bicicleta: “La vida es como andar en bicicleta, para conservar el equilibrio hay que mantenerse en movimiento”.
octubre, 2012Ciudad de México

En bici, Tijuana comienza a rodar sus sueños

Hace unos días estuve por Tijuana para visitar a unos buenos amigos y aunque no tuve tiempo de rodar ni de participar en alguno de los paseos que organizan, sí me pude dar cuenta de cómo el movimiento ciclista cobra fuerza de a poco, pero constante, con paseos nocturnos, dominicales, mensuales, por zonas, etc. (Bicijuana tiene una relación de más de 25 paseos a la semana), rutas guiadas para turistas y locales que quieran conocer sitios históricos de la ciudad http://www.tijuanabiketours.com/eng/, una ONG como Biciestación, renta de bicis, rallyes bicicleteros, etcétera, además de unos maravillosos paseos hacia Ensenada por la carretera escénica con el mar Pacífico de fondo, es decir, toda una abundancia de iniciativas que, estoy seguro, terminarán por hacer de TJ una meca ciclista en el norte del país.

Parte de toda esta revolución local, la narró una colega, Mariana Martínez, en un texto que publicó para SanDiegoRed.com y que a continuación reproduzco aquí, con su autorización:



Movimiento ciclista se consolida en Tijuana


Una decena de bicicletas amarillas brillan bajo el sol de medio día en plena avenida Revolución. Idénticas y en fila son el símbolo más palpable del movimiento ciclista que se consolida en Tijuana.
Detrás de las bicicletas está Arturo Viazcan, de 33 años, tijuanense de corazón y creador del concepto de Tijuana BikeTours; un lugar para rentar bicicletas y dar un paseo por la zona centro, conociendo su historia y sus calles.
Ofrece visitas guiadas por la zona centro y sus rutas gastronómicas y con las ganancias logra sufragar los gastos de su proyecto independiente, Bici Estación; un proyecto comunitario que promueve el uso de la bicicleta por medio de apoyo en mecánica y mantenimiento de bicicletas y organizando paseos grupales en la ciudad, incluyendo en el Parque Industrial Pacífico, Playas, Otay y Santa Fe, así como zonas consideradas conflictivas como el Refugio o la colonia Mariano Matamoros.
El grupo se organiza y comunica a través de Facebook, los participantes —que incluyen grupos que vienen de San Diego— se reúnen en un punto estratégico al que vuelven hasta tres horas más tarde.
El local ubicado en plena avenida Revolución está equipado con herramientas y bombas de aire para arreglar bicicletas, un par de sillones donados y una máquina de sodas. Arturo busca que se vuelva un lugar de encuentro y descanso para los ciclistas.

“La idea no es la de un negocio en la que si no estás consumiendo te corren”, dice Viazcan. “Todo lo contrario, que sea un espacio habitable, vivo, donde la gente venga a convivir”.
A tres meses de estar abierto el lugar no ha tenido muchos clientes. Lo que sí ha sucedido es que se ha vuelto un escaparate para el activismo de los ciclistas.
Recién supieron del proyecto le pidieron a Arturo que donara una bicicleta al Museo de Historia de Tijuana y un regidor local está pidiendo al congreso local cuatro mil dólares para colocar 30 estaciones con herramienta de arreglo de bicicleta en gasolineras y tiendas de autoservicio en el paso de rutas usadas por ciclistas.
Y es que Tijuana, a pesar de ser la cuarta ciudad más grande de México, tiene un transporte público especialmente caro e ineficiente, carece de servicio de metro o trolley, y tiene flotillas viejas y contaminantes que se suman a los autos privados que suelen ser también viejos y estar en mal estado.
Tijuana Bike Tours (TBT) y Bici Estación se insertan en una tendencia mundial de promoción del ciclismo en entornos urbanos, influidos por el ejemplo de las ciclovías de Guadalajara, Ecobici en la Ciudad de México y los grupos de bicicleteros de California, como Critical Mass, que utilizan los paseos masivos como forma de protesta por la falta de vías adecuadas para este medio de transporte.
A unas cuadras de TBT se acaba de abrir un café llamado Bica cuyo tema es el ciclismo y los dueños del bar Mustache y las pizzas Al Volo, también buscan promover esta actividad poniendo lugar donde colocar bicicletas afuera de sus locales y dando descuentos y cortesías a los usuarios que lleguen por ese medio.
Viazcan está lejos de ser un atleta, de hecho, hasta hace cuatro años no se había subido a una bicicleta desde niño, pero en un viaje a Guadalajara, entró por casualidad a un Congreso de Ciclismo Urbano y se prendió de la idea de usarla como transporte y de ser un modo de adueñarse de la ciudad.
Entonces se unió a un grupo en Tijuana llamado Ciclopista que desde hace 17 años organiza paseos urbanos nocturnos por la ciudad para promover el ciclismo como transporte; de este grupo cuyos participantes pueden llegar a ser 700, se han desprendido otros paseos incluyendo Ladies First (Las Damas Primero): un paseo concentrado en atraer mujeres al ciclismo, donde las más experimentadas dan clases de mecánica a las nuevas.
Entre las organizadoras de Ladies First involucrada en el proyecto de Bici Estación está Irlanda Muñoz, de 39 años, modista y madre de un niño de ocho años. Lleva ya dos años organizando paseos por la ciudad. “Desde que tomé la decisión de usar la bicicleta como medio de transporte todo ha sido diferente, disfruto de otra manera la ciudad”, cuenta Muñoz, “mis clientas se sorprendían cuando llegaba a probarles un vestido montada en bici y con casco pero ahora ya saben que no le pasará nada a su prenda”.
Ahora Muñoz está estudiando historia de Tijuana y pedagogía.
“Traemos la idea de ofrecer tours históricos en bicicleta a muchachos de secundaria” explica.
Entonces la bicicleta además de transporte será un vehículo de aprendizaje en una ciudad donde los estudiantes tienen muy pocas oportunidades de conocer la historia.
“Contrario a lo que piensa mucha gente, Tijuana es una ciudad amigable con los ciclistas, donde nos dan el paso y convivimos relativamente en paz con los automovilistas” cuenta Viazcan. “La gente pita, saluda y pregunta ¿cómo le hago para participar? porque no se les había ocurrido que esta ciudad puede ser recorrida en bici”.
El proyecto Tijuana BikeTours ya sufrió su primer descalabro cuando a un mes de abierto el lugar se robaron una de las bicicletas que llevaba Viazcan en la cajuela del auto.
“Es una bicicleta amarillo brillante de una marca muy poco común que se llama Gran Royale, quién se la robó la puso rápido a la venta y al día siguiente ya tenía comprador por internet” cuenta Viazcan.
“Pero yo había hablado del robo en FB y mucha gente reprodujo el mensaje y lo difundió, la esposa del comprador vio el anuncio y le dijo “tienes que regresarla” y ese mismo día me la devolvió; me la regaló, no me dejó ni pagarle lo que él había pagado por ella”.
Esa experiencia le ha dado aliento a Viazcan, porque aunque admite que por ahora casi nadie le renta bicicletas, se siente apoyado ya que la gente de Tijuana está entusiasmada de tener algo así en su ciudad.
“Por experiencias como la de esa bici es que yo le sigo invirtiendo a este sueño”.


Y aquí dejo otro texto también de Mariana Martínez sobre las bicis en TJ: 

El ciclismo como un medio saludable en Tijuana


Liga al Paseo de Todos Tijuana

Patsí y sus revolucionarias mariposas

Desde hace tiempo había escuchado hablar de este libro. Incluso recuerdo que aquí mismo retomé un reportaje de Reporte Índigo sobre el tema, pero aún no había tenido el libro frente a mí.

Ahora, les presumo mi propia copia gracias a que tuve tiempo de visitar la pasada Biciexpo y encontré un ejemplar del texto publicado por Ediciones de la Noche (edicionesdelanoche@gmail.com) y Guadalajara en bici (gdlenbici.org) con apoyo de la Embajada de España, la distribuidora de Brompton en México (brompton.com.mx), así como dos grupos de Guadalajara: Bikla bicipública (www.bikla.net) y Compbike.com.mx, Ciclismo para todos, una empresa dedicada a organizar paseos de bici de montaña.





Y bueno, ahora sí entendí perfectamente el concepto de "mariposas" aplicado a la s bicicletas urbanas, así como la "polinización" y, por contraste, el calificativo de "rinoceronte" con el que Óscar Patsí se refiere a los automóviles.

Si quieren saber un poco más, pues a conseguir el libro ¡qué esperan! O bueno, también pueden consultar el archivo de su blog http://lacomunidad.elpais.com/la-revolucion-de-las-mariposas/

Mientras tanto, aquí una muestra de por qué los automóviles son rinocerontes:
"La característica principal del rinoceronte es que desde el primer momento de su vida, hereda el problema digestivo de su raza. La mala absorción de los tóxicos le produce diarreas intermitentes que acaban siendo crónicas. El rinoceronte convive durante toda su existencia con una gastroenteritis aguda, muchas veces agravada por un compromiso hepático. Esta situación le dota de constante incontinencia fecal. Curiosamente estos cagones, disponen de gigantescas infraestructuras y de la mayoría de las calles de las ciudades para llenarlo todo de mierda."(http://lacomunidad.elpais.com/la-revolucion-de-las-mariposas/2008/12/14/flexi-seal)

La bicicleta de Leonardo

El lugar: Florencia, en la península itálica, cuando aún no existía el estado nación.
El año: 1501
El personaje: Leonardo da Vinci

Esta es una posible historia de cómo el genio de Leonardo, harto de recorrer las calles de una ciudad renacentista pero que apenas dejó atrás al medievo, llena de carretas que se atascan en el lodo, que se interrumpen el paso en las callejuelas angostas, decide imaginar un vehículo -qué digo un vehículo- el mejor de los vehículos.

Y además, ni siquiera lo bautiza o prueba, sólo nos deja una imagen clásica, para imaginar, igual que hace uno cuando ahora se sube a la bicicleta.

Qué les guste.



Calderón y el día de la bicicleta

Se acabó abril y con él la tercera parte del año, un año bueno para la bici y pues este tuit de Calderón es muestra de cómo ha permeado la cultura de la bicicleta, más allá de filias y fobias políticas.
En su momento no lo ví, pero ahora lo rescato para registro aquí en el blog.

¡Ay Blogger, qué viejo luces!

Este blog ha sido un compañero fiel en los últimos años pero cada día lo siento más viejo. La aparición de Twitter (@elmanubrio), de Facebook y recientemente de los maravillosos blogs fotográficos de tumblr.com, hacen que las herramientas con que posteamos en esta zona de la web empiecen a sentirse apolilladas.

Hoy me topé con el blog de Aarón Borrás en Tumblr (http://avientensetodos.tumblr.com/), un fotógrafo espléndido y ciclista urbano convencido, quien deja constancia de sus dos pasiones. Lo he visto acompañando la demanda de 5% para la bicicleta lo mismo que en la Casa Biciteka o en los paseos nocturnos de los miércoles.

Alguna vez, incluso, gracias a él publicamos en Milenio fotos suyas en la rodada de 24 horas por la movilidad. Sus fotos también acompañan uno de los libros más relevantes que en ciclismo urbano se han publicado en México: Por mi ciudad en bicicleta, experiencias de ciclistas en la Ciudad de México.

Recorrer el blog de Aarón es un gusto, se los recomiento y si les interesa contactarlo, también les dejo copia de su página web: http://www.aaronborras.com.

Como verán, en los blogs de Tumblr navagar de una foto a otra, de una cuenta a otra es un deleite. Vas de sorpresa en sorpresa, del asombro al arrobamiento y frente a cómo desplegamos las fotos acá en blogspot.com, bueno, pues ni qué decir. En una de esas nos cambiamos pronto... no sé.





Un tianguis confiable de bicis


De los amigos de cletofilia.com, me encuentro con su blog/tianguis de bicicletas Este cleto vende. Un método público y, quiero creer, bastante confiable para conseguir una bici de segunda mano en buen estado, sin el temor de que sea robada o de procedencia dudosa.

Nomás para abrir boca, un par de ofertas de bicis retro reciben a los visitantes a esta página de los creadores de la revista Cletofilia, de la que ya antes hablamos aquí mismo.

Ahí se los dejo y ¡felicitaciones! a los colegas que están haciendo un gran trabajo en pro de la bici urbana y todo su mundo.

¿En serio nada?

En estos días de frío en el DF, si tienen suerte quizá se topen con alguna ciclista como esta, captada por Mikael Colville en su espléndido blog Cycle Chic.
Regreso al blog y veo que desde noviembre no pongo nada y me pregunto ¿de veras nada?
Pues así es, sí, poco más de dos meses con muchas ideas pero cero post y, en el fondo tiene una buena explicación.
Cuando inicié este proyecto hace más de tres años, la intención original era retratar el avance del ciclismo urbano en México, no sólo en la capital, sino en todo el país -e incluso en el mundo.
Sólo que en el camino detecté un hervidero de proyectos alrededor del tema, que se expresaba en blogs, páginas, cuentas de Facebook primero, y de Twitter después, y ante la abundancia de información y el vértigo con que muchos medios abordan todo lo que ocurre en este pequeño y divertido mundo del pedal y las calles de la ciudad, decidí reorientar los caminos de este espacio.
Así que desde hace unos días me he puesto a pensar hacia dónde llevar el blog y, tan en eso ando, que he dejado de postear acá. Mientras tanto, muchos de los hallazgos y novedades que me encuentro terminan en mi cuenta de twitter (@hzamarron) y desde hace poco, de plano abrí otra cuenta bajo el mismo nombre de este blog (@elmanubrio) porque era demasiado todo lo que se me antoja tuitear sobre el ciclismo urbano para destinar a ello sólo mi cuenta personal donde, además, procuro informar y compartir todo lo que tiene que ver con mi oficio de periodista.
Así que, amigos, visitantes asiduos, curiosos, enemigos adversarios, etc., ahí están otras opciones para seguir y en breve acá encontrarán un blog más perfilado hacia esta nueva temporada sobre ruedas.
Como dicen mis colegas: ¡A rodar, que el mundo en el 2012 se va acabar!