Sé que es extraño, pero si hay un día en que pasear por la ciudad en bicicleta es ideal, ese es el 25 de diciembre por la mañana y, por supuesto, también el día primero de enero.

Calles vacías, sin automóviles a la vista, esas mañanas son perfectas para enseñar a un niño a moverser por las calles. Así que si la cena te permite levantarte temprano ¡aprovecha!

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